Título: El año de Saeko
Autor: Kyoichi Katayama
Editorial: Santillana, Punto de Lectura
ISBN: 978-84-663-2611-7
He de empezar esta reseña resaltando dos puntos: El primero de ellos es que es la primera que relato y aunque he estado leyendo unas cuantas y otros archivos acerca de cómo redactarlas, no sé si conseguiré hacerlo como es debido. De modo que disculpadme si esto no era lo que esperabais encontrar. Y el segundo, que esta reseña nace desde mi más sincera subjetividad, no pretendo herir los sentimientos ni opiniones de nadie y cada reseña que nazca de mi puño y letra estará escrita con todo el respeto del mundo. Dicho esto:
El año de Saeko es el primer libro que leo de Kyoichi Katayama, de modo que todavía no puedo tener una opinión definitiva sobre el autor. Es por ello que cuando termine con los libros que aguardan en el cabecero de mi cama, me gustaría leer Un grito de amor desde el centro de la tierra para poder completar mi opinión al respecto.
Desde que vi este libro en la librería me quedé prendada de él, la sinopsis dejaba pinceladas de lo que encontraría en su interior: Un joven aficionado a fotografiar gatos que se enamoró del llanto de una mujer. No sé, puede que esas palabras junto con la paz de la portada me transmitiera una delicadeza que me vi obligada a experimentar.
El libro está narrado en tercera persona, un narrador ausente que nos adentra en las mentes y emociones de Saeko y su marido, Shun'ichi. Tras terminar el libro no hubiera sabido deciros exactamente cuál es el argumento. En mi opinión, hasta más o menos la mitad, transcurre algo lento para mi gusto. Teniéndome a la espera de ese "comienzo" o "giro que te engancha" hasta prácticamente el final del libro. Quizá es por ello, por la lentitud o tranquilidad de los hechos, por lo que en un principio no supe realmente a dónde iba a parar, qué iba a suceder o cuál era la finalidad de toda esta narración.
El año de Saeko transcurre en la tranquilidad de la cotidianidad. El matrimonio, que parece vivir en una calma programada, se dedica a su rutina diaria: Ambos a sus respectivos trabajos y pequeños quehaceres y paseos que realizan religiosamente. Puede que entre ambos me faltara pasión, o quizá viven un amor relajado que yo no alcanzo a entender. Es tal el sosiego de sus vidas que el favor que ella realiza a su hermana (tal y como narra la sinopsis) da un vuelco caótico a su existencia. Terminas entonces por no comprender hasta qué punto puede echarse todo a perder por una simple decisión, por un simple hecho puntual que acontece en tus días. O si no echarse a perder, trastocar tu mundo.
Supongo que este punto te hace pensar en tu vida, en tu rutina y en cómo es tu modo de vida. Y te preguntas entonces qué pasaría si todo cambiara, si de golpe, tras cualquier suceso, te encontraras perdida hasta el punto de desvanecerse todo a tu alrededor.
El libro tiene bastantes reflexiones que te sacan una sonrisa, te hacen caer en algo o, simplemente, te gustan. O eso es lo que me ha pasado a mí. Sin embargo, también tiene muchas otras a las que no acabo de pillarles el sentido o, simplemente, no las veo así. Es un libro que hay que coger con la mente abierta para poder entender todo el entresijo de pensamientos que se le pasan a Shun'ichi por la cabeza, la forma que tiene de ver las cosas o meditar sobre ellas. Porque a veces te embarca en un mar tan extenso de reflexiones sobre la vida que si no lo has sabido coger con cautela, te ahoga. Es un libro para leer despacio.
Sobre mi valoración personal, todavía sigo rumiando si ha terminado de gustarme o no. Y a la única conclusión que he llegado es que seguramente debería leerlo de nuevo. El libro, como digo, comienza demasiado lento para mí, pero aun así comienza bien. Hacia la mitad-final da un giro inesperado que te ata un nudo en la garganta y a mí, sinceramente, me hizo sufrir, pensando en lo mal que iba a terminar todo aquello. Pero el final, bueno, os lo dejo a vuestro entender y no voy a revelaros nada, pero sinceramente, no sé si es un final alegre o amargo. Las últimas frases me dejaron con el mal sabor de boca de no saber qué pensar. No es que me defraudara, más bien, me dejó triste.
Como he dicho, me gustan muchas de las reflexiones que plantea el autor o algunas conversaciones surrealistas que mantienen Saeko y Shun'ichi, originales e interesantes. Las comparaciones, la forma de escribir de Katayama sí que es algo que definitivamente me ha gustado. Y el libro en sí no termina de estar mal. En mi opinión simplemente es eso: Cogerlo con la mente abierta y darle muchas vueltas, pensar. Creo que así es cómo realmente se le termina sacando todo el jugo a El año de Saeko: Meditando y extrapolando todas sus vivencias en tu propia vida.
Tenía un comentario listo para enviar y sin querer he dado donde no debía y se me ha borrado >.<
ResponderEliminarRepetimos:
Por lo que comentas, me queda claro que no es un libro que vaya a comprar. Los libros lentos (por muy buenas reflexiones que puedan contener) suelen aburrirme rápido. Si el giro inesperado está, como dices, hacia el final, seguramente lo dejaría mucho antes de llegar a ese punto. Necesito un poquito de emoción...
Buena crítica, espero la siguiente =)
Muy buena crítica y muy acertada. Así es. Un abracico. Eres la mejor.
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